Mi trabajo gira en torno al espacio; a la visión de un paisaje no definido, donde las estructuras establecidas se rompen; y en el proceso de observación de la ciudad, en la manera que la que ésta va creciendo y va generando nuevos usos y formas de vida, a la vez que modifica el paisaje.
Tras la crisis y el boom inmobiliario, el crecimiento de la ciudad ha generado un escenario con carácter de suburbio y una estética de collage, donde se superponen edificios nuevos o semi-construidos, escombreras, materiales de construcción abandonados... Actualmente, la ciudad parece que empieza a recuperarse y de nuevo surge su expansión. A medida que ésta crece, el borde de la ciudad contiene esa información que codifica el margen entre lo rural y lo urbano, conectando lo bucólico con la vida urbana. Este espacio se configura en la medida en la que el individuo lo explora, y del mismo modo, el individuo, es determinado por las formas de dicho espacio.
En este caso, “Sobre lo desechado” aborda esta idea de paisaje pero desde lo más concreto. Parte del escombro, para poner el foco en el objeto desechado. En lo inútil, en lo raro, en algo que no es nada. Objetos que definen una nueva lectura de ellos mismos, se apropian del espacio y lo mutan; además, contienen la información de dicho espacio y, por este motivo, tienen la capacidad de mostrar una visión crítica sobre las formas de vivir la ciudad, estrechamente relacionadas con lo individual, la sociedad de consumo, el crecimiento de la ciudad y lo que parece su recuperación económica.
A su vez, se genera un proceso de exploración sobre las posibilidades de transformación; bien con la manipulación de objetos encontrados, o a través de la representación de éstos.
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