martes, 9 de noviembre de 2010

Jugando a Ser Dios


Quise jugar a aliarme con el tiempo... pero fue el tiempo el que me hizo entender que ya no tengo edad para juegos y el que me condujo a una nueva estación. A un otoño donde el sol ya no brilla tanto, ahora siento la ingravidez, el silencio, los movimientos lentos... ahora puedo detenerme y pensar, puedo observar y acariciar cosas que nunca me atreví a tocar, puedo gritar o permanecer callada... ahora puedo dirigirme a ningún sitio.

2 comentarios:

FACU dijo...

Leyendo esta entrada se me vino a la cabeza una canción de Calamaro...

"Mirando las golondrinas en el cielo,
no se ven otras golondrinas al alcance de la mano
es cuando la estupidez gana por afano
a la suerte que nunca llega si la estamos esperando
¿Cómo? ,¿cuándo? y ¿Por qué?
son demasiadas preguntas para hacerle al destino
a veces estamos finos y otras veces nada que ver
pues hay que caminar antes de empezar a correr
La culpa es un invento muy poco generoso,
y el tiempo tremendo invento sabandija,
será que será suficiente con que uno elija,
porque si no la buena fortuna pasa de largo"

Mª Ángeles Carrasco Delgado dijo...

Quizás Calamaro lleve razón... esperar la suerte no es lo más inteligente... pero, a veces, la esperanza actúa como un bálsamo.